Víctimas, Gobierno de España y Memorial comparten en la víspera del Día de la Memoria un mensaje de exigencia moral para que cesen los ‘ongi etorris’

Víctimas, Gobierno de España y Memorial comparten en la víspera del Día de la Memoria un mensaje de exigencia moral para que cesen los ‘ongi etorris’

09/11/2020

  • Denis Itxaso: “A pesar de que la imagen del reflejo nos resulte tan dolorosa al mirarnos en el espejo, debemos a las víctimas y a nosotros mismos la entereza para afrontar un pasado de muerte y desolación; pero también para darnos la oportunidad de construir un futuro de libertad y en paz”
  • Florencio Domínguez: “Hay que seguir trabajando para deslegitimar el terrorismo pasado y evitar que pueda quedar cualquier clase de justificación social”

 

La Delegación del Gobierno en el País Vasco y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo han conmemorado juntos el Día de la Memoria con un acto en el que se ha dado pleno protagonismo a las víctimas del terrorismo.

El Día de la Memoria se celebra cada 10 de noviembre en Euskadi desde su instauración en 2010, durante el mandato del lehendakari Patxi López, con el objetivo de recordar a las víctimas del terrorismo. El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, y el director del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, han dirigido un acto en el que han participado varios familiares de víctimas del terrorismo y en el que, en esta ocasión, se ha puesto el foco y la crítica en los homenajes a miembros de ETA en el espacio público porque suponen no reconocer el daño causado a las víctimas y a la sociedad.

Durante el acto, celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno, Ivan Ramos Torrano (hijo de Maite Torrano, asesinada en un ataque a la sede de la agrupación socialista de Portugalete el 25 de abril de 1987); Lorena Díez Elorza (hermana del ertzaina Jorge Díez, asesinado por ETA el 22 de febrero del año 2000) y Francisco Javier Sáenz Martínez (hijo de Alejandro Sáenz exguardia civil y portero de la factoría Michelín, asesinado por ETA el 30 de diciembre de 1985), han ofrecido su testimonio.

En su discurso, el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, ha subrayado que a pesar de que la imagen del reflejo “nos resulte tan dolorosa, debemos a las víctimas y a nosotros mismos la entereza para afrontar un pasado de muerte y desolación, de abandono e incomprensión en muchos casos; pero también para darnos la oportunidad de construir un futuro en libertad y en paz. Se lo debemos a las víctimas de la violencia y el terrorismo de ETA, y también a víctimas del GAL, del Batallón Vasco Español, de la Triple A y de otras facciones terroristas que igualmente merecen justicia, memoria y reparación. A todas ellas, nuestra empatía, nuestro recuerdo, nuestra admiración”.

Itxaso ha puesto el acento en el trabajo iniciado desde el mundo de la creación en torno al terrorismo y a sus efectos en la sociedad. “Patria y otras tantas obras construyen y reconstruyen, con mayor o menor acierto, episodios de una historia a menudo desgarradora y muestran el interés de la sociedad por asomarse a una realidad que para muchos resulta ya tan distante”.

El delegado se dirigió a “ese mundo que, todavía hoy, homenajea el sufrimiento y la muerte en esos pueblos de Euskadi que aún rinden tributo a quienes fueron causa de destrucción y de miseria en nuestra tierra. Estos sórdidos homenajes a quienes asesinaron no tratan tanto de enaltecer el terror y la muerte, que también, como mantener supurando una herida que dé sentido a la impiedad y a la cobardía de quienes hicieron del plomo el peso de sus argumentos”.

Y cerró su discurso incidiendo en que reivindicar la memoria hoy constituye “una exigencia”. “Recuperar el valor de la palabra y reclamar el papel de la memoria son un ejercicio de justicia y de reparación, sí; también una apuesta por la esperanza y la dignidad de una sociedad que pretende reconocerse para reconstruirse sana y cargada de futuro”.  

Por su parte, Florencio Domínguez también insistió en la misma línea. “Hay que seguir trabajando para deslegitimar el terrorismo pasado y evitar que pueda quedar cualquier clase de justificación social. Porque todavía hoy se producen justificaciones del terrorismo cuando se homenajea a miembros de ETA en el espacio público”. Este tipo de homenajes supone, según Domínguez, “un ataque a la convivencia porque se exaltan comportamientos y valores incompatibles con una sociedad democrática”.

Domínguez ha recordado el sentido que las instituciones vascas quisieron imprimir al Día de la Memoria cuando hace justamente diez años acordaron celebrarlo el 10 de Noviembre: “Convertir la memoria de las víctimas del terrorismo en el referente de un futuro en paz, basado en la libertad, la tolerancia, la justicia y el respeto al pluralismo”.

Aunque diversas encuestas confirman que hay un grado notable de desconocimiento de lo ocurrido, en especial entre los jóvenes, Domínguez se mostró esperanzado porque “esas encuestas no detectan que entre la población hay muchas ganas por saber” y, por lo tanto, “una oportunidad de divulgar el conocimiento de lo ocurrido subrayando el daño provocado por el terrorismo en las víctimas y en la convivencia”.