La Delegación del Gobierno y el Memorial de Víctimas pondrán el foco en la revictimización de los ‘ongi etorris’ en vísperas del Día de la Memoria

05/11/2020

La Delegación del Gobierno en el País Vasco y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo conmemoran juntos el Día de la Memoria con un acto en el que se dará pleno protagonismo a las víctimas del terrorismo.

El Día de la Memoria se celebra cada 10 de noviembre en Euskadi desde su instauración en 2010, durante el mandato del lehendakari Patxi López, con el objetivo de recordar a las víctimas del terrorismo. En esta ocasión, será la Delegación del Gobierno la que acoja el acto la víspera, el lunes 9 de noviembre a las 12:00 h. El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, y el director del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, dirigirán el acto en el que varios familiares de víctimas del terrorismo ofrecerán su testimonio.

Estos familiares serán: Ivan Ramos Torrano (hijo de Maite Torrano, asesinada en un ataque a la sede de la agrupación socialista de Portugalete el 25 de abril de 1987); Lorena Díez Elorza (hermana del ertzaina Jorge Díez, escolta de Fernando Buesa. Ambos fueron asesinados por ETA en febrero del año 2000) y Francisco Javier Sáenz Martínez (hijo de Alejandro Sáenz exguardia civil asesinado por ETA en 1985).

Con este reconocimiento, la Delegación y el Memorial pretenden proclamar la verdad del sufrimiento causado por la intolerancia terrorista, a la vez que supone un recuerdo de la lucha callada y muchas veces marginada, de los familiares de víctimas en Euskadi.

Los actos de homenaje para recibir a los presos excarcelados de ETA, los conocidos como ‘ongi etorris’, centrarán la declaración del delegado y del director del Memorial.  Para las víctimas, este tipo de ‘homenajes’ demuestran una nula empatía hacia ellas y desandan el camino por la convivencia. “Hay muchas formas”, añade, “de halagar a estos expresos sin infligir un daño innecesario y revictimizador a las víctimas”, apunta Denis Itxaso.

Para las familias de las víctimas, este tipo de exaltaciones supone revivir el infierno que les tocó padecer y se sienten doblemente víctimas al ver cómo se jalea una historia de dolor y muerte. Según Itxaso, no se trata de que los presos reconozcan el daño causado como un mero trámite administrativo. Es necesaria una reflexión “sincera”, lo que evitaría los homenajes públicos al salir de prisión.

Por su parte, Florencio Domínguez, señala que el Día de la Memoria es una oportunidad “para conseguir el reconocimiento social de la injusticia sufrida por las víctimas del terrorismo”. En esta línea, recuerda que la Ley vasca de Víctimas indica que memoria es “el reconocimiento de los ausentes, de los que fueron asesinados, pero también de los presentes, los heridos, amenazados, extorsionados, o de los familiares”.